Toonstruck apareció en 1996 de las manos de Burst Productions. Un ambicioso proyecto con un coste de 8 millones de dólares (más de 1000 millones de pesetas). La verdad es que no han escatimado en gastos a la hora de hacer este juego, que cuenta con un actor de primera y unas voces increíbles.
Un actor de primera: Christopher Lloyd (Regreso al Futuro, La Familia Adams) que encarna el papel de Andrés Truído, un simple animador creativo. Y las voces... Tan sólo con decir que la voz de Flux la pone Dan Castellaneta, el que pone la voz de Homer Simpson. Pero de eso hablaré en el Sonido. La aparición de este juego coincidió con el auge de las aventuras gráficas por aquellos momentos. Puesto que a este juego hay que unir el Broken Sword (¡qué decir de él!), 3 Skulls of the Toltecs, y la posterior aparición de Mundodisco 2 y Monkey 3.
Un proyecto de dos años y medio de duración con medio centenar de programadores, dibujantes y guionistas profesionales, aparte de un montón de gente que ha trabajado en películas como "Aladdin", "ET", "Tron", y series de la categoría de "Los PicaPiedra", "Tom & Jerry", o "Las Tortugas Ninja". Un lujo.
Tiene su lado bueno y su lado malo. Por una parte es la excusa perfecta para dar lugar a todo el mundo de dibujos animados que aparece en el juego. Por otra parte, es muy simple y demasiado infantil, aunque esto último es necesario por la temática del juego. Simple por el desarrollo de los dos mundos en los que se desarrolla la acción: Contentilandia y Malevolandia. Por un lado, la tierra donde todo el mundo es feliz y por otro la tierra donde habitan seres malos malosos. Pero vayamos al principio:
Te llamas Andrés Truído y eres el autor de los dibujos que se emiten los Sábados por la mañana y que llevan por nombre el nombre de su protagonista: un conejo rosa llamado Flafy Flafy Ban Ban. Realmente ya estás hacia el intestino grueso de estos dibujitos, y para más narices tu jefe Arsenio Ricino te ha encargado crear un nuevo show lleno de más conejitos.
Aceptas resignado e intentas ponerte manos a la obra. Te quedas dormido y cuando despiertas, está tronando y son las 4 A.M. Por la tele están dando... ¡¡¡FLUFY FLUFY BAN BAN!!! ¿A las 4 de la mañana? Pues sí, y eso no es lo peor, ya que segundos después te ves atrapado en un mundo de dibujos animados: dibujos que tú mismo has creado. Pero no estarás sólo ya que ahí está Flux para acompañarte.
Aunque eso no es todo. Los dibujos animados "buenos" requieren tu ayuda, ya que un malvado cacharro con el nombre de Malificador está destruyendo las pacíficas tierras de Contentilandia. Más que destruir las está convirtiendo en tierras malignas, donde los personajes que estaban de buen humor ahora cambian de personalidad. Es interesante ver como una tranquila granja se convierte en un centro de sadomasoquismo, o como los paisajes cambian de colores alegres a oscuros y tristes.
Estos son los personajes:
• Andrés Truído: Un simple dibujante que se va a ver envuelto en problemas que no le conciernen en absoluto. Pero todo sea por ayudar a su amigo Flux.
• Flux Tarambana: la mejor frase que lo define es: "Siempre dice lo que piensa, pero nunca piensa lo que dice".
• Flufy Flufy Ban Ban: Realmente es un personaje despreciable, por su alto grado de infantilismo, aparte de su orgullo.
• Además: el malo maloso de siempre, el bueno buenoso de siempre (el Rey de Contentilandia, cuya voz os sonará).
Los gráficos se parecen a los de Day of the Tentacle. Gráficos imposibles y deformes, muy al estilo de los dibujos animados. Realmente el apartado gráfico está muy conseguido, y los personajes gozan de unas buenas animaciones y movimientos. Excepcionales las secuencias animadas que hacen gala también de un estupendo humor. También es de destacar lo bien logrado que está la inmersión de Andrés Truido (Christopher Lloyd) en el mundo de los dibujos animados. Mis felicitaciones a este buen actor por su interpretación en este juego, ya que tiene mucho mérito parecer estar realmente tocando y hablando con los dibujos animados, cuando en realidad no está hablando más que a la pared más cercana.
Por supuesto aquí tienen también su mérito los programadores de Burst, encargados de mezclar píxel a píxel, la imagen grabada en vídeo con los fondos dibujados a mano.
Impresionante. Músicas al estilo de la Warner Bros, con trompetas y demás sonidos y ritmos vivarachos y graciosos. Por otra parte muy bueno el apartado de indicar con un sonido "tonto" que algo que haces no funciona. O sea, que en vez de decir "No creo que esto funcione" o encogerse de hombros (Broken Sword) lo que pasa si no lo haces bien es que se oye un sonido muy gracioso similar a cuando alguien resbala en una película de dibujos animados, o una bofetada... en fin, algo muy original y gracioso.
Y en cuanto a las voces, la verdad es que siento no haber jugado a la versión inglesa. Me hubiese gustado escuchar las voces de Dan Castellaneta y David Ogden-Stiers (el coronel Winchester de la serie M.A.S.H. y la voz del reloj en "La Bella y la Bestia").
Aunque la versión española tampoco está nada mal. Seguro que os suena la voz que el Rey de Contentilandia, así como la de otros personajes.
MUY parecido al interfaz del Broken Sword. Bueno en realidad es EL MISMO sólo que con distintos gráficos. Ya sabéis, el botón derecho para mirar los objetos y el cursos cambia con respecto a donde estéis apuntando. Puede ser una lupa (examinar), una mano que se abre y se cierra (usar), una mano que coge (pues, no sé que puede ser), y cuando es una dentadura "parlante", pueeees, sirve para hablar con el personaje en cuestión. Poco original, pero mientras que funcione bien no hay que estar creando interfaces nuevos a cada juego. Naturalmente esto quita la existencia de cualquier cuadrito para el inventario ni un cuadro de verbos. El inventario se sitúa en un "saco sin fondo" en la parte inferior de la pantalla. A veces te creas algún problema al coger un objeto del inventario, pero es bastante cómodo de todas formas.
Al entablar una conversación con cualquier personaje los temas de discusión se representan mediante iconos, y no mediante las frases que enuncia nuestro protagonista, algo que ya vimos antes en otro juego de cuyo nombre no quiero acordarme, por no repetirlo otra vez. Aunque, por lo menos existe la novedad de un icono que aparece siempre al hablar con otros personajes: un icono con un pedazo de hielo que se irá derritiendo a medida que lo utilicéis. Este icono sirve para "romper el hielo" al iniciar una conversación.
Los puzzles no son tan fáciles como pueda parecer al ver el aspecto del juego. Unos más difíciles que otros. Tienen muchos detalles. Como por ejemplo al escaparte de la prisión de Malevolandia. Cada vez que te pillan el guarda hace algo diferente. Yo hasta me dejaba atrapar para ver las paridas que hacía. En resumen, una dificultad ajustada. Ni fácil ni difícil. Pocos atascos.
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